La Masonería Argentina recuerda hoy a su hermano Carlos Pellegrini, Presidente de la Argentina cuando debió completar el mandato de Miguel Juárez Celman entre 1890 y 1892.
Fue hijo del ingeniero Carlos Enrique Pellegrini, que construyó la sede actual de nuestra Institución, Pte. Perón 1242, CABA, inaugurada en 1872.
Afiliado al Partido Autonomista de Adolfo Alsina, después de dos derrotas fue electo diputado de la Asamblea Nacional por la circunscripción de Buenos Aires en 1873. Fue ministro de Gobierno de la Provincia y titular de Guerra y Marina entre 1879 a 1886, con los presidentes Nicolás Avellanada y Julio Argentino Roca. Antes, en 1881, fue elegido senador.
Pellegrini asumió la presidencia en 1890 en medio de una profunda crisis económica. Al año siguiente creó el Banco de la Nación después de una serie de quiebras en el sector financiero, y dispuso la apertura de la Caja de Conversión y el aumento de la moneda en circulación.
Tras las gestiones que le encomendó a Victorino de la Plaza en Londres para reordenar el pago de la deuda externa, Pellegrini logró impedir la bancarrota de la Argentina. En forma simultánea, reorganizó el sistema de la salud pública, dio impulso a la reforma política y adoptó medidas contra la corrupción.
Elegido senador en 1895, mantuvo su banca hasta 1904. Ínterin, descartó varias propuestas para que presentara su candidatura presidencial en 1898.
Carlos Pellegrini fundó el diario El País desde cuyas páginas defendió la necesidad de extender la democracia para reemplazar el sistema oligárquico. Su denuncia de la corrupción lo acercó en el Congreso a su hermano masón Alfredo Palacios, del Partido Socialista. Falleció en 1906 en ejercicio de una banca de diputado.
Carlos Pellegrini se inició masón en la Respetable Logia Regeneración número 5, trabajó en la Logia Docente y fue Venerable Maestro (Presidente) de la Logia Nacional. Fue uno de los fundadores del Gran Oriente del Rito Argentino de la que era Gran Maestre al momento de su deceso, el 17 de julio de 1906. La Respetable Logia Confraternidad Argentina número 2 organizó al día siguiente la solemne ceremonia de homenaje a su memoria.
La Masonería Argentina recuerda en este día al insigne hermano que vivió y actuó según los preceptos éticos de nuestro Código de Moral y no dudó en abrazar a sus adversarios porque según nuestros principios los disensos políticos tienen su límite en la propia relación humana.