Según el portal del gobierno local, en su última edición, se calculó la visita de alrededor 900.000 personas en las distintas sedes. Entre los cinco espacios elegidos por el público, el templo de la Masonería Argentina es una de las más destacadas. “Por información que nos brinda los propios medios y por los resultados de las encuestas del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Gran Logia está entre los museos más visitados. La vez que llegamos a medir con más precisión fue hace tres ediciones, llegamos a contar unas treinta mil personas. Fue la primera vez que llegamos habilitar la calle con espectáculos al aire libre, pantalla con videos sobre la historia de la masonería y shows musicales. Siempre encontramos, antes que arranquemos, largas colas esperando para entrar y es un foco constante que se mantiene hasta el cierre”, detalló Sfriso.

Una de las características más destacadas del recorrido masónico porteño es la logística y la coordinación. Decenas de voluntarios, todos ellos masones y masonas, se congregan para ayudar, asesorar y guiar a los visitantes que llegan a la sede de Teniente Gral. Juan Domingo Perón 1242. Según el área responsable, son casi doscientas personas pertenecientes a la Orden que se reúnen para realizar los preparativos concernientes al encuentro. Un día antes de la Noche de los Museos, los miembros desarrollan las tareas indicadas, así el templo se pueda encontrar en condiciones para el recorrido por parte del público.