Originalmente fue denominado Marcha patriótica, luego Canción patriótica nacional, posteriormenteCanción patriótica hasta que desde 1847 se denomina “Himno Nacional Argentino”.
El 24 de mayo de 1812 se presentó en la Casa de Comedia la obra teatral “El 25 de Mayo” referida a la Revolución de Mayo de 1810. En el cuadro final, los actores corearon un himno escrito por Morante con música de Blas Parera. Uno de los espectadores, Vicente López y Planes, escribió esa misma noche la primera estrofa de un himno para reemplazar al de Morante.
Poco después, el Triunvirato pidió al Cabildo que mandase a componer “la marcha de la patria”, para ser ejecutada al principio de las funciones teatrales; el público debía escucharla de pie y descubierto, así como todos los días en las escuelas al finalizar las clases.
El 6 de mayo de 1813, La Asamblea General Constituyente ordenó componer la letra del himno y lo aprobó cinco días después como “Marcha Patriótica”. De inmediato, convocó a Blas Parera para agregar la partitura. Según la tradición, el 14 de mayo de 1813 se cantó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. El 28 de mayo se cantó en el teatro durante una función patriótica.
La letra era marcadamente independentista y anti española, según el espíritu de la época. Tiempo más tarde, la Asamblea del año XIII pidió una corrección del texto, para que el himno fuera más acorde con las novedades políticas. Inglaterra se oponía a los intentos de autonomía en las colonias de España, su aliada en la guerra contra Napoleón. Desaparecieron, entonces, las expresiones “se levanta a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación”.
En 1860, la música del himno experimentó algunas modificaciones realizadas por Juan Pedro Esnaola, basándose en anotaciones manuscritas del compositor.
Más tarde, durante su segunda presidencia, Julio Argentino Roca, dictó un decreto el 30 de marzo de1900. Dispuso que “En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813.”
Finalmente, el 24 de abril de 1944, el Poder Ejecutivo dictó el decreto 10.302, según el cual la Marcha fue aprobada como Himno Nacional Argentino. En la actualidad rige la versión del Himno Nacional según la transcripción de Luis Lareta, en atención a lo acordado el 25 de septiembre de 1928 por el Poder Ejecutivo.
Para la Masonería Argentina, la celebración del bicentenario del Himno Nacional adquiere un valor especial que se suma a su contenido intrínseco como canción patria. Su autor, Vicente López y Planes,fue iniciado masón en la Logia Lautaro de Buenos Aires. Además, su Canto al trabajo fue adoptado como Himno Masónico Argentino en 1857 por decisión de Miguel Valencia, Gran Maestre del Gran Oriente de la Confederación Argentina.
Vicente López y Planes prestó otros servicios en los albores de nuestro país. Luchó contra las invasiones inglesas en el Regimiento de Patricios y en 1808 presentó su obra poética El triunfo argentino, referida a la victoria de las tropas patrióticas. Participó luego en los sucesos de mayo de 1810, fue secretario auditor durante la primera expedición libertadora al interior, secretario del Primer Triunvirato y miembro de la Asamblea General de 1813. López y Planes fue secretario del Directorio durante las gestiones de Balcarce y Pueyrredón. Ejerció la Presidencia interina de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1827 y en 1828 Manuel Dorrego lo designó gobernador de la provincia de Buenos Aires; en tiempos de Rosas integró el Tribunal Superior de Justicia.
Volvió a ser gobernador interino de la Provincia de Buenos Aires después de Caseros y durante esa gestión autorizó la expropiación de las propiedades de Rosas y otros integrantes de ese gobierno, restituyó los bienes que habían sido confiscados, favoreció la libertad de expresión y de prensa y sentó las bases de la nueva institucionalidad. En ese rumbo suscribió el Pacto de San Nicolás, pero presentó su dimisión indeclinable cuando la Asamblea de Buenos Aires rechazó ese Acuerdo.
En clave masónica, el Himno Nacional subraya tres veces la palabra “libertad”. Es el número 3 uno de los soportes simbólicos de nuestra Institución que se repite en otras estrofas, en tanto que la libertad es la base de la tríada masónica esencial, junto a la Igualdad y la Fraternidad.