En exclusiva, NOTICIAS habló con referentes masones por el fallecimiento del prócer. Su verdadera relación con la masonería y por qué quisieron ocultarlo.
Para los masones argentinos, San Martín encarna el espíritu del sacrificio, del compromiso y de los valores éticos. Además simboliza el principio de la ilustración. La masonería no tiene nada de secreto y ha estado en la sociedad participando de manera activa y siempre con un espíritu libertario. “Lo que no se sabe es lo más visible, él era un masón entre masones, era uno más, animado por el mismo espíritu”, explica Sebastián Sfriso, subsecretario de cultura de la masonería argentina.
Hay un aspecto poco conocido y que se suele pasar por alto: su interés por la educación que en aquel momento estaba prácticamente por completo en manos de los poderes clericales. En 1818, en la Biblioteca Nacional de Chile, San Martín pronuncia una frase sorprendente: «Las bibliotecas, destinadas a la educación universal, son más poderosas que nuestros ejércitos, para sostener la independencia”. Sostenía la autonomía y la soberanía a través del conocimiento. “La masonería defiende estos valores desde sus comienzos y estos valores definen el carácter y las acciones del Libertador de América”, explicó Sebastián Sfriso.
Un dato poco conocido, según los masones, es que San Martín fundó en Perú la Biblioteca Nacional a la que donó parte de su biblioteca personal. “Llevaba libros al norte y cuando regresó entre las pocas cosas que trajo, estaba la campanilla que usaba el tribunal de la inquisición. Esto representa algo hermoso: la liberación de los pueblos de la sujeción del terror y el reemplazo por libros. Lo recordamos primero como masón y después como militar, con un espíritu ilustrado” describió, el subsecretario de cultura.
“Desde muy temprano se intentó ocultar la filiación masónica de José de San Martín”, indicaron desde la Gran Logia presidida por Ángel Jorge Clavero. «Esto se debe a los poderes fácticos, totalitarios, clericales y a los nacionalismos exacerbados que no soportan la idea de que quien haya liberado a América haya pertenecido al mismo tiempo pertenecido a la masonería». “Eso es porque desconocen nuestra institución. Hoy día, el fanatismo extremo y religioso intenta negar lo innegable: la filiación masónica del Libertador y su activa participación en la creación de logias”, agregan.
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Su primera incursión en el mundo masón fue en la logia “Integridad de Cádiz”, cuenta Nicolás Orlando Breglia, ex Gran Maestre. “Después se incorpora a la logia ‘Caballeros Racionales N°3’ y obtiene el grado de maestro que le permite conocer a todos dirigentes americanos que van a tratar de modificar la situación en América. Se empezaba a respirar un ambiente independentista. Cruza el continente e integra la logia ‘Caballeros Racionales’ de Londres”, explicó.
Los masones notaron en San Martín una mente brillante, cualidad que le permitió una invitación para incorporarse al selecto grupo. Sumado a que era un militar excelente, de tal magnitud que logró el máximo grado en ese momento: teniente coronel. Tras varios meses, San Martín renuncia al ejército español y se traslada a Buenos Aires y forma la conocida “logia Lautaro”, fundando una de las primeras logias en el Virreinato del Rio de la Plata en 1795. En la misma logia se inicia Belgrano, Castelli y forma parte Manuel Moreno, hermano de Mariano Moreno. Perlita del Ex Gran Maestre: “En la Primera Junta todos pertenecen a la ‘primera logia Independencia’, salvo Azcuénaga”.
El brillante militar recorrió el norte y conjuntamente con Belgrano crearon la “logia del Ejército del Norte”, posteriormente presidida por el padre de la bandera argentina. San Martín continuó armando logias lautarinas en Córdoba, Mendoza y después se traslada a Chile: él mismo lo designa a O’Higgins como su representante directo. “San Martín instruía y los formaba héroes”, sostuvo Nicolas Breglia, ex Gran Maestre.
La creación sistemática de logias tenían un sentido: eran estructuras que permitían un esquema bien organizado del ejército y de las instituciones públicas. Brinda un método para manejar con muy pocas personas un ejército, un ministerio o una gobernación. La masonería permite una organización metódica.
El primer historiador que escribió sobre la vida de José de San Martín fue Bartolomé Mitre. Lo hizo con base en toda la documentación entregada por su yerno, Balcarce. El tiempo de trabajo fue de 30 años en redactarlo. Pero a los masones algo no les gustó: Mitre ocultó la pertenencia masónica de San Martin en su historia. Para los más fundamentalistas, se ocultó la verdad. Mitre, el fundador de la historia argentina, no remarcó como “masónica” a la logia Lautaro.
Enrique Vitale, miembro del Supremo Consejo del Grado 33° para la Argentina, indicó que el nombre de “Logia Lautaro” significaba en clave cruce de los Andes. San Martín obtuvo ayuda para cruzar los Andes gracias a la masonería: “Cuando declaran la independencia y Pueyrredón era Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, San Martín lo convoca a Córdoba. Lo hace porque no integraba la “Logia Lautaro” y si no la integraba no podía acceder a ningún puesto político. Inmediatamente le dan la admisión, ya que Pueyrredón era masón pero no estaba en la logia de San Martín. Gracias a esta estrategia masónico-política logran financiar y realizar el cruce. Para eso colaboraron las logias de Buenos Aires, Chile y Mendoza.
En cada paso de San Martín la masonería estuvo presente, como por ejemplo en el encuentro de Guayaquil con Bolívar: el encuentro de Bolívar no es fortuito, no es una renuncia como suele decirse, es un encuentro entre dos masones que estaban unidos por la misma idea (libertad, autonomía, divulgación del conocimiento), no hubo ningún renunciamiento, más que un acuerdo razonable entre hermanos masones para el mejor destino de nuestra América.
Este año es el primero en toda la historia en que la masonería argentina no puede rendir tributo. Lo reconocerán de manera virtual y será emitido por canales propios.
*Por Gonzálo Aragón, alumno de la Escuela de Comunicación de Perfil.