La Masonería Argentina expresa su preocupación por los hechos ocurridos en Tucumán. Durante y después del acto electoral se cometieron delitos de diversa índole encaminados a evitar la absoluta y plena libertad de sufragio y a tratar de tergiversar la voluntad ciudadana.
Oficialistas y opositores tienen sus razones y explicaciones, la Masonería no se expide sobre ellas. Subraya, en cambio, que la quema de urnas, la eventual modificación de telegramas para el escrutinio provisorio o el reparto de dádivas constituyen prácticas inaceptables que retrotraen la cultura política a décadas de presiones, arbitrariedades y voto cantado. En ese sentido, llama la atención sobre la innecesaria represión policial a los manifestantes que se habían reunido pacíficamente en la Plaza Independencia de la capital provincial.
La Masonería Argentina llama a la pacificación de los espíritus, a que el escrutinio definitivo se realice conforme a la ley y con procedimientos absolutamente transparentes. El resultado debe ser legal y legítimo porque así asegurará la correcta gobernabilidad de las autoridades que surjan de las elecciones.
Los partidos políticos también deben saldar la necesidad de un sistema electoral homogéneo en todo el país que evite posibles ventajas de sectores a la hora del comicio. Las pruebas de voto electrónico que se han realizado hasta el momento en varias provincias señalan que ése es un camino digno de ser explorado. En lo inmediato podría tomarse en cuenta la propuesta de boleta única complementaria sugerida por la ONG Ser fiscal para evitar la falta de boletas en las mesas de votación.
En el mediano plazo, los partidos políticos deberán encarar acuerdos que permitan establecer consensos para un proyecto nacional. Una vez más, la Masonería ofrece su ámbito para el auspicio de esa iniciativa que promulgue la paz y el encuentro de todos los argentinos.