Si Argentina tiene cosas para celebrar, sin dudas una de ellas es la sanción de la Ley Nº1.420, de educación universal, pública y gratuita, que es un hito para el país y el puntapié inicial de un sistema que brindó oportunidades a millones de personas a lo largo de la historia.
Nosotros festejamos por partida doble la sanción de esta ley pues fue impulsada por la Masonería a través de la figura de nuestro ex Gran Maestre Domingo Faustino Sarmiento, y se convirtió en una de las leyes fundamentales de nuestro país, con resultados asombrosos: Para 1910, a 26 años de sancionada, 2 de cada 3 personas ya sabían leer y escribir y la escolarización primaria alcanzaba al 90% de la población.
Pero, además de celebrar y recordar, es un momento propicio para renovar nuestro compromiso con la educación universal, laica y gratuita en todos los niveles, y además para hacer un llamado a no solo continuar sosteniendo este sistema, sino trabajar en que su alcance sea aún mayor y que entre todos podamos hacer aportes para mejorarlo e incorporar herramientas fundamentales que los niños y adolescentes de hoy necesitan para el futuro inmediato
Pablo Lázaro
Gran Maestre