La Asamblea General Constituyente y Soberana de 1813, fue un congreso convocado por el Segundo Triunvirato. Sesionó entre enero de 1813 y enero de 1815 para que los representantes del pueblo reconocieran la soberanía popular, proclamaran la independencia y redactaran una constitución.
El Segundo Triunvirato surgió como consecuencia de los acontecimientos políticos posteriores al triunfo revolucionario en la batalla de Tucumán. La Logia Lautaro realizó entonces un intenso trabajo político, muchos de sus hermanos masones participaron activamente durante los dos años de las deliberaciones de la Asamblea y propugnaron reformas que la historia reconoce como de fuerte cuño democrático y progresista.
La sesión preparatoria se realizó el 30 de enero de 1813. Decidió que los 17 diputados asistentes conformaban quórum y convocó para el día siguiente a la apertura de los trabajos en el edificio del Consulado de Buenos Aires, en la actual calle San Martín entre Bartolomé Mitre y Perón (caba) donde hoy funciona el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Asistieron los diputados Carlos de Alvear (masón), Mariano Perdriel, Juan Larrea (masón), Gervasio Posadas, José F. Sarmiento, Vicente López (masón), Hipólito Vieytes (masón), José V. Gómez (masón), Francisco Argerich, Tomás A. Valle, Juan Ramón Balcarce (masón), José Ugarteche, Pedro Vidal, Bernardo Monteagudo (masón), Agustín Donado (masón), Pedro Agrelo (masón) y José Moldes (masón).
La Asamblea declaró rápidamente que sus diputados eran los representantes de las provincias que se declaraban libres y unidas del Río de la Plata; que en ella residía la representación de la soberanía del pueblo y que su instalación tenía como fin dictar una constitución.
En dos años de trabajo, resolvió una decena de temas muy importantes para el momento que se vivía:
– adoptó un sello, que luego sería elegido como Escudo Nacional con las manos cruzadas, una pica que sostiene el gorro frigio de origen masónico, campos azul y blanco rodeado de ramas de laureles, con el sol que nace por oriente;
– encargó a Vicente López y Planes la creación del Himno;
– suprimió los títulos de nobleza, mayorazgos, escudos de armas, símbolos y distintivos en las fachadas;
– eliminó los tributos pagados por los indígenas;
– mandó acuñar monedas de oro y plata con el sello de la Asamblea, el escudo, en el anverso y el sol en el reverso, con las inscripciones “En unión y libertad” y “Provincias del Río de la Plata” respectivamente;
– abolió los tormentos para la confesión de los delincuentes o presuntos delincuentes, también los azotes a los niños de las escuelas y suprimió la jurisdicción de la Inquisición de Lima con la consecuente independencia de las Provincias Unidas de toda autoridad eclesiástica que existiera en España;
– declaró fiesta cívica el 25 de mayo;
– Creó el Directorio con la consecuente conversión del Poder Ejecutivo en unipersonal.
En una de sus primeras disposiciones, la Asamblea del año XIII había ordenado “que todos los esclavos de países extranjeros, que de cualquier modo se introduzcan desde este día en adelante queden libres, por solo el hecho de pisar el territorio de las Provincias Unidas”. Era el 4 de febrero de 1813.