El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte en su país por adherir a las protestas que se llevan a cabo después de que Mahsa Amini falleciera después de ser detenida por la policía de la moral, acusada de haber violado el código de vestimenta obligatorio para las mujeres iraníes.
La Masonería argentina expresa su consternación por la enormidad que implica la medida dispuesta por el gobierno de Irán contra el deportista, y lamenta profundamente la muerte de la joven.
Asumimos el compromiso de defender en todos los foros y organismos internacionales en primer lugar el incuestionable derecho a la vida, y asumimos también, la defensa irrestricta de la libertad de pensamiento.
No se trata de interferir u opinar sobre lo que cada Estado considera correcto, porque la destrucción de las personas por sus ideas no es algo opinable.
El crimen de Mahsa Amini y la condena que pesa sobre Amir Nasr-Azadani exponen el dramatismo de las tragedias devenidas de la intolerancia y el dogmatismo; en este caso religioso.
La libertad de conciencia, el laicismo como garantía de convivencia y diversidad y, sobre todo el respeto a la vida, son principios que la Masonería reivindica hoy más que nunca frente a situaciones límite como las que nos toca presenciar.
Invitamos a todas las personas de buena voluntad a unirse para lograr que la vida se imponga sobre la oscuridad, y para que la humanidad transite el camino del entendimiento y la tolerancia.
Pablo Lázaro
Gran Maestre