Pocos gestos tienen un significado simbólico más intenso que el abrazo.
Para la Masonería, abrazar es la representación en acto de la fraternidad entre las personas.
La historia en general, y la de nuestro país en particular, está felizmente recorrida por esos gestos que, siempre, significaron avances, encuentros y unidad; y que también siempre tuvieron a la Masonería como parte esencial.
Hoy recordamos y celebramos uno de esos abrazos. Uno que permitió que nuestro país pudiera superar una antinomia que, como todas las grietas, devora las mejores intenciones.
El regreso a la Argentina el General Peron significó para muchos la esperanza de un futuro mejor. Para otros ese regreso tuvo otros significados. Pero para todos se trató de un hito de nuestra historia.
La Masonería argentina trabajó fuertemente en el Congreso de la Nación para que la sociedad pudiera ser testigo del encuentro de los dos líderes más importantes de ese momento. Lo hizo a través de la Logia de Unión Nacional, y finalmente el abrazo sucedió.
Hoy observamos al general Perón y al Doctor Balbín juntos, inmortalizados en una imagen de altísimo valor simbólico, y una expresión que mantiene su vigencia: para un argentino no hay nada mejor que otro argentino.
Como siempre, la Masonería promueve la tolerancia como valor y la convivencia pacífica como deber. Las Logias Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín son la expresión de ese ideario hecho realidad.