Perteneciente a la “Generación del 98” fue hijo de un recopilador de la poesía popular andaluza. Con su hermano Manuel, otro destacado hombre de letras, escribió obras de teatro. Llegó a Madrid en 1883 como profesor de la Universidad Central donde completó su formación intelectual, liberal y progresista.
Diez años después publicó sus primeras prosas en La Caricatura. Conoció Francia en compañía de Manuel en 1899, trabajó como traductor de español para la Casa Garnier y entró en contacto con los poetas simbolistas franceses, en especial Paul Verlaine y el nicaragüense Rubén Darío. En 1903 dio a conocer Soledades, su primer poemario. Poco después ganó la cátedra de Lengua Francesa en un instituto de Soria. Publicó entonces Proverbios y Cantares. Volvió a París con una beca en la Sorbona para los cursos de Henri Bergson. A su regreso vivió en Segovia y Madrid, donde ingresó como miembro de la Real Academia Española.
La sobriedad de su poesía y las reflexiones que lo acercan al pueblo, han hecho de Antonio Machado uno de los poetas que más ha relacionado la poesía con las expresiones populares.
Defensor de la república en la Guerra Civil Española, gravemente enfermo y al borde de la ceguera marchó a Valencia en 1936 hasta exiliarse en Colliure, Francia, donde falleció el 22 de febrero de 1939. Había nacido en Sevilla el 26 de julio de 1875.
Antonio Machado fue iniciado masón en la Logia Mantua de Madrid perteneciente a la Gran Logia Española (1930). Así lo consignó el historiador Emilio González López, profesor en la City University de Nueva York, en su trabajo El sol de la fraternidad.
La Masonería Argentina rinde homenaje al gran poeta español y saluda en él a uno de sus queridos hermanos universales.