
Celebramos y recordamos nuestra independencia, proclamada el 9 de julio de 1816, después de un largo proceso en un contexto de enormes desafíos con la influencia de movimientos independentistas en toda América Latina.
Para la Argentina fue sin dudas el hito más importante en el nacimiento de esta nueva nación, para la Masonería Argentina es un motivo de gran orgullo que la mayoría de los líderes de este proceso independentista hayan sido nuestros hermanos, con quienes compartimos el mismo código moral, quienes embanderando los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, jugaron un papel crucial en la difusión de ideas revolucionarias y en la organización de los movimientos que llevaron a la emancipación del país.
Hoy, 208 años después de ese inmenso logro, enfrentamos nuevos desafíos, como por ejemplo la consolidación de la democracia, el fortalecimiento de las instituciones, el mejoramiento de nuestro sistema educativo, la innovación tecnológica, el cuidado del ambiente y la búsqueda de justicia. Son algunos de los pilares que consideramos fundamentales para asegurar un futuro próspero y equitativo para cada uno de los habitantes de nuestra Patria.
Es en ete contexto, y con el legado de nuestros próceres de la independencia, y los ideales de nuestra institución como inspiración, que vamos a seguir trabajando en la formación de personas libres, tolerantes y con capacidad de diálogo para poder discernir y encontrar puntos de acuerdo con quienes piensan diferente, pues la independencia no solo debe recordarse como un hecho histórico, sino como un proceso continuo de búsqueda de la libertad, la justicia y el bienestar para todos los ciudadanos.
Pablo Lázaro
Gran Maestre