Queridos Hermanos Todos:
Quiero que mis primeras palabras como gran maestre sean de agradecimiento.
El agradecimiento de un Hermano masón a sus hermanos.
A todos ustedes, Muy Respetables, Respetables, Venerables, Maestros, Compañeros y Aprendices.
Es gracias a la presencia de todos, gracias al trabajo de todos, gracias al esfuerzo de todos, que podemos decir con alegría que la masonería argentina está presente de manera activa y vigorosa en nuestra sociedad.
Estamos a pocos días de celebrar los 163 años de esta Gran Logia.
Lo hacemos con la satisfacción del deber cumplido y con el mismo espíritu que lleva más de 300 años pregonando los principios de la libertad, de la ciencia, de la igualdad, de la justicia, de la fraternidad y del trabajo.
Al saludar a todos ustedes quiero hacer lo mismo con los otros cuerpos masónicos que nos acompañan en este camino: el Supremo Consejo para el grado 33° de la República Argentina , el Santo Real Arco de Jerusalén de la República Argentina y la Orden de Molay en Argentina
Hermanos: con los pies bien asentados en la fuerza de nuestra tradición, encaramos este presente novedoso con nuestra mirada serena y optimista puesta en el futuro.
No caben dudas de que atravesamos un momento que será recordado en la historia de la humanidad.
La pandemia que azota al planeta ha modificado por completo nuestra forma de vida, nuestros trabajos, nuestras relaciones sociales, nuestras relaciones familiares: nuestro intelecto, nuestros cuerpos y nuestros afectos.
Pablo Lázaro | Gran Maestre Gran Logia de la Argentina